lunes, 22 de septiembre de 2014

Decepciones, decepciones, decepciones con "Romeo y Julieta" de Zonarte

Mi obra shakespeareana favorita es Romeo y Julieta y, sin embargo, no había tenido la oportunidad de ver un montaje en vivo así que cuando me enteré de que Zonarte presentaría dicha obra en el teatro Cuauhtémoc no dudé en ir a verla... pero, para mi pesar, la obra no fue lo que yo esperaba.
   El Coro es representado por una "periodista" en una pantalla multimedia que para colmo se nota que está leyendo el texto y además no está entendiendo lo que está diciendo... en este punto ya estaba molesta pero decidí seguir viendo el montaje.
   Luego siguió una serie de omisiones graves como por ejemplo el hecho de que Capuleto, padre de Julieta, nunca aparece en la obra, ausencia que brillará más adelante así como otras tantas ausencias que son cubiertas con nuestra "periodista" de la pantalla.
   Pasamos entonces a la escena del balcón, la escena representativa de la obra, la cual queda totalmente ridiculizada al estar los actores haciendo danza aérea... se puede llegar a entender la convención, sin embargo, dicho recurso terminó siendo contraproducente pues la atención se centra en la danza más que el diálogo mismo y lo que sucede en escena.
   Llegamos a la escena de la boda... ¡y Mercucio y Benvolio están presentes!Se supone que es una boda secreta, si alguien podría estar presente es la Nodriza, no Benvolio y mucho menos Mercucio. ¿Por qué? Porque Benvolio es primo de Romeo, es un Montesco y enemigo de los Capuleto, una boda que una a ambas familias no sería precisamente de su agrado, pero primordialmente es la presencia de Mercucio la que más ilógica muestra, tomando en cuenta que él es un antiromántico y el amor es el principal objetivo de sus burlas... creo que una boda es una burla mayor aun si es de su mejor amigo.
Asesinan a Mercucio, Romeo mata a Tibaldo y entonces nos enteramos que la periodista de la pantalla multimedia es también multifunciones pues el anuncio del exilio de Romeo es dado por ella y no por la figura de autoridad de Verona: el príncipe Escalus, ergo, Escalus está también ausente.
La ausencia de Capuleto brilla más cuando Lady Capuleto anuncia que Julieta se casará con Paris, escena en la que la pobre Lady Capuleto parece padecer de identidad múltiple por el cambio repentino de carácter.
La escena final, la escena emblemática de Romeo y Julieta, que hubiera quedado perfecta a pesar de la omisión de Fray Lorenzo (típicamente hecho por lo que sé) si no fuera por esa mujer de la pantalla que dice el texto final quitándole lo poético al hacerlo como noticia de última hora.
Ahora, por el lado de trabajo de personajes estoy totalmente molesta por la forma en que se presentó a Julieta dejándola como una niña tonta y caprichuda... Julieta no es tonta, de la pareja principal es ella la más madura y brillante, asunto que no se nota para nada con la forma tan vil en que la retrataron. Tibaldo, que es uno de mis personajes favoritos, es más bien indiferente al igual que Romeo y Benvolio. Quizás el que más brilla es Mercucio aunque en algún punto llegué a odiarlo.
El vestuario era una mescolanza de épocas que no deja claro en qué está situada, asunto que no mejora con la dichosa pantalla; me aventuraría a decir que esto se debía a que se quería plasmar la idea de que la historia es universal y puede pasar en cualquier lugar y momento, sin embargo, si esta es la idea lo cierto es que no se ve totalmente plasmada puesto que llego a esta conclusión después de darle muchas vueltas al asunto además de que también se pudiera llegar a entender que por la pantalla (sí, la estrella-robafoco) ya no hubo presupuesto para igualar vestuarios y, por tanto, peinados y maquillaje... Eso o quizá sólo querían plasmar en teatro la visión de Baz Luhrmann en su película de 1996. 
¿Musicalización e iluminación? Ni para qué preguntar, no dejó huella.
Convenciones, convenciones, convenciones que no terminan de cuajar quedando sólo decepciones, decepciones, decepciones.
Issiz Westenra
   

sábado, 2 de agosto de 2014

Contradicciones con "El violinista del diablo"

Soy fan de David Garrett y fue por ello que sentí el impulso de ver la película. 
   El violinista del diablo pretende ser una película sobre la vida de Niccolò Paganini, violinista italiano. Y digo "pretende" por el hecho de que realmente sólo se concentra en el aspecto 'escándalo sexual' de la vida del violinista. 
   En el tiempo en que el violinista vivía se decía que era tenía un pacto con el diablo por sus técnicas, sus composiciones y su habilidad de seguir tocando el violín aun con las cuerdas del instrumento rotas. Este dato pasa totalmente inadvertido en la película dejando sólo una leve idea de porque se llama "el violinista del diablo" al mostrarnos al personaje de Jared Harris ofrecer un trato a Paganini (Garrett) y ponerlo constantemente a un lado del protagonista; pero, siendo objetivos, lo cierto es que Harris sólo se describe como un sirviente del propio diablo no el diablo en sí mismo o sea que nunca vemos al diablo y, por otro lado, lo cierto es que los métodos que utiliza para mantener con éxito a Paganini no son nada diabólicos más bien son muy comunes y a la mano de cualquier humano ambicioso con dinero.
   Esto es por la cuestión histórica y su relación con el título, paso ahora con los otros elementos. En primer lugar podríamos mencionar el hecho de que David Garrett nunca envejece a lo largo de la película al contrario de Anna Deck que sí luce distinta hacia el final de la película.
    Ahora bien, sí, me encanta David Garrett, soy fan de su música sin embargo creo que sus habilidades actorales todavía nos quedaron a deber, supongo que no hubo una buena guía por parte de su director aunque entiendo el casting, es más fácil enseñar a un virtuoso del violín a actuar que enseñar a un actor a tocar como un virtuoso del violín... siempre se puede recurrir al doblaje pero eso sería un tanto desagradable.
    Cabe mencionar que el ritmo de la película presenta una falla. En principio va de menos a más, luego se mantiene, se mantiene, se mantiene, sube un poco y vuelve a caer... pero para mal puesto que ya cerca del final el seguir la trama se vuelve tedioso y lo único que se espera es que ya termine.
   La película también tiene puntos buenos tales como: la ambientación, los vestuarios, la fotografía y, sobre todo, la música. Creo que lo que más disfruté de la película fue la música y sobre todo el tema central: 'Io ti penso amore'.
   En resumen, una película que podía ofrecer mucho más de lo que nos dio. 
Issiz Westenra

sábado, 14 de junio de 2014

"Bajo" la fiebre de "la misma estrella"

En mi defensa diré que leí Bajo la misma estrella antes de que el libro se pusiera de moda e incluso antes de saber que harían una película sobre el mismo así que cuando me enteré que saldría la película de inmediato me apunté en la lista de futuros espectadores.
     Mi primer disgusto fue el casting, y no, no hablo de Shailene como "Hazel" sino de Ansel Elgort como "Augustus Waters". Su aspecto físico no coincide en nada con el descrito por John Green en la novela; sin embargo, tuve que hacer esto de lado pues el mismo Green no tuvo queja alguna con esto. Siguiendo por la línea del casting, lo cierto es que mi única queja fue Ansel pues el resto me pareció que se vio perfecto en su papel y quien se lleva mis respetos totales es Willem Dafoe con su interpretación de "Peter Van Houten" pues me hizo odiarlo tanto como en el libro.
     Como lo dice la ley de "adaptación novela-película" hubo cambios y omisiones, los cuales no fueron tan trascendentales en la línea temporal de la película, es decir, los pequeños cambios y ciertas omisiones que se realizaron favorecieron el lenguaje cinematográfico dándole un buen impulso a la película sin modificar la esencia de la historia y, por ende, del libro.
       La fotografía fue muy buena, sobre todo en las escenas de Ámsterdam.
     Tal vez un pequeño error notable fue en la línea temporal puesto que pusieron una actriz para interpretar a una "Hazel" de trece años y otra para la "Hazel" de diecisiete, la diferencia entre ambas edades no es mucha por lo que desde mi punto de vista resulta ilógico tener dos actrices diferentes, para mi gusto hubiera resultado mejor una caracterización en Shailene para lucir de trece años.
        A pesar de mi queja anterior sobre el casting, lo cierto es que la actuación por parte de todo el elenco es muuuuy buena pues tengo que recalcar que reí y lloré con la misma intensidad en los mismos momentos en que lo hice durante la lectura del libro y considero que eso es algo difícil de lograr por lo que se llevan una ovación de pie por este rubro.
         En cuestión visual me encantó la forma en que se introdujeron los mensajes de texto que intercambian "Hazel" y "Augustus" pues fue totalmente de acuerdo a la forma en que se estaba llevando a cabo la película y correspondió con todo el diseño gráfico de la publicidad de la película.
     En resumen, una muy buena adaptación cinematográfica de una novela llena de emociones, si se tienen deseos de llorar y reír mucho esta es la película indicada para hacerlo. 
Issiz Westenra

martes, 20 de mayo de 2014

Todo mal con 'Argos Club'

Abriré con la siguiente frase que será el prefacio de todo el texto, básicamente: estoy verdaderamente furiosa con este montaje.
    Algo que definitivamente empieza a hablar bien de un montaje es la puntualidad con la que se inicia, asunto que no ocurrió aquí. El cartel de la obra indicaba que la hora de inicio era a las 6:15 p.m., horario en el cual se asume que el público ya está dentro del recinto y empieza a ver la función… no fue así. Dieron las 6:20 p.m. y seguíamos formados esperando el acceso, fácilmente la función dio inicio con quince minutos de retraso.
    Inicia la obra con un contacto directo y grotesco con el público y uno puede temer que dicho contacto tan directo se dé durante toda la obra… asunto que afortunadamente no es así.
    La primera escena, estrictamente hablando, carece de interés  e impacto dramático, es decir, podemos quitarla y no pasa absolutamente nada. Luego entonces aparece una pareja de lesbianas que dice ser perseguida por quién sabe qué o quién(es) y nunca se nos aclara el asunto, llegan a un hotel… convención que se nos hace saber con un letrerote luminoso que dice “hotel” y, por si fuera poco, con juego de sombras (mal logradas) mostrando lo que normalmente se va a hacer a un hotel (venga, chavos, que no sólo se va a hacer actos sexuales ahí, ¡hay gente que va a hacer del uso original: dormir!). Después una de ellas sufre una sobredosis de cocaína y tiene un viaje muy extraño en el que ve a su madre, un doctor y una pareja de novios perros… este alucine se torna muy pesado en escena, uno sólo está esperando que eso acabe. A esto se debe sumar la ‘bendita’ luz negra que utilizan sólo en esta escena que además se ve fatal pues podemos ver perfectamente bien de dónde está colgando y que sólo está limitando el espacio de los actores pues al tener una sola lámpara los cinco actores deben quedarse en un pequeño haz de luz básicamente quietos… parte principal por la que se da esta pesadez.
    Y entonces pasamos a todo un viaje de cuadros que no tienen conexión entre sí, básicamente se están viendo miniobras en una obra completa que no tiene ni pies ni cabeza. En alguna escena ya cerca del final se menciona a los personajes de la primera escena y esa relación se ve sin sentido y forzada: no hay nada netamente orgánico que los una.
    Para colmo tenemos la intervención de una de las directoras que es evidente que está planeada: 1) la directora no puede hacerse pasar por alguien del público porque no entró con el público; 2) la directora no está sentada entre público sino que hace su entrada “triunfal” en el momento justo y 3) la directora es antinatural en su intervención. Nunca en mi vida como espectadora de teatro he visto una intervención real de este tipo por parte del público. Hay que tomar en cuenta que el público mexicano no está entrenado para este tipo de espectáculos y mucho menos para hacer este tipo de interrupciones, un punto más en contra de esta intervención.
    Ni que decir del maquillaje y los vestuarios. ¿Acaso son zombis? ¿Esa era la idea? ¿Qué efecto tiene el maquillaje? ¿Qué quiere decirme ese vestuario? No tiene sentido con lo que está relatando. Claro, quisieron salir del típico “todos de negro con un elemento del personaje” pero, ¡por Dios! terminaron haciendo exactamente lo mismo.
    Luego vuelve a entrar el personajillo de Argos quien sólo entra para burlarse de los espectadores que esperaban ver una buena obra de teatro y a esta burla se une el resto del elenco. Y bueno, que al menos tenemos el consuelo de saber que el equipo admite entre líneas que el espectáculo no es tan bueno… ni siquiera llega a ser sublime como el espectáculo para representar un mal espectáculo… mira que para personificar lo malo tienes que ser doblemente bueno.
    Para colmo está el uso del multimedia que bien pudo haberse omitido y no pasaba absolutamente nada.
    En fin, un malgasto en recursos nada funcionales que van desde el mentado letrero luminoso de “hotel”, pasando por la luz negra y terminando con el multimedia.
    ¡Bien! Ya están más que preparados para gastar los fondos que les darían para un montaje en la Compañía Nacional de Teatro o la beca del FONCA. ¡Suerte con poder entrar allí!
    Lo único rescatable es la actuación. Felicidades a los actores que lograron hacer mucho con un texto tan pobre y una dirección ambiciosa que se perdió en el camino para conseguir dicha ambición.
Issiz Westenra

sábado, 17 de mayo de 2014

Sobre "Abdicaciones"

Abdicaciones se presentó los días 7, 14, 21 y 28 de marzo 2014; 4, 11 y 25 de abril 2014; 2, 9 y 16 de mayo 2014 en el Aula-Teatro-Escenario-Auditorio Justo Sierra de la Facultad de Filosofía y Letras a las 19 hrs.


Supongo que acudir a la última función de una obra tiene sus ventajas pues, debería ser así, el elenco y el equipo en general ya tuvieron el tiempo suficiente para afianzar lo que estaba funcionando y dar solución a las complicaciones que se les presentaron.
    Sin embargo, no todo fue realmente mejorado.
    En primera instancia tenemos la disposición espacial. Una de las complicaciones del Aula-Teatro-Escenario-Auditorio Justo Sierra es que el equipo creativo se encuentra con un gran espacio, cabe recalcar que es el teatro más grande de la Facultad, por lo que se teme utilizarlo de forma productiva sin desperdiciarlo (lo viví durante mi primer semestre en el Laboratorio de Puesta en Escena). Para Abdicaciones la directora Gloria Arellano apostó por disponer las gradas en cuatro puntos colocando así un espacio arena, las actrices desarrollaron sus escenas tanto en el centro de las gradas como en los espacios entre ellas. A pesar de ser una buena idea para aprovechar todo el espacio lo cierto es que esto falló en la cuestión de isóptica pues  aquellas escenas que se desarrollaron entre las gradas se perdieron para algunos espectadores (yo  no pude ver  las escenas del  personaje de Nandi Carmona que dieron lugar en la esquina derecha de la grada en que me situaba, por ejemplo).
    Por otro lado, tenemos una esquina que fue totalmente desaprovechada: el personaje de Beatriz Bermúdez, al entrar, estaba en un espacio  que  escenificaba un bar, espacio  que se vio totalmente desaprovechado pues nunca ocurrió una escena en dicho lugar, simplemente fue el espacio en el que la actriz pasó la mayor parte del tiempo de la obra.
    Otro pequeño problema es que  Rebeca Roa hace sus cambios de vestuario totalmente en escena, si bien se agradece que la ropa interior  esté de acuerdo a su  personaje lo cierto es que resulta incómodo verla cambiarse  (yo me incomodé) no sé qué tan incómodo haya resultado para ella.
    A pesar de lo anterior no todo fue tan malo. Las actuaciones son totalmente rescatables: Leilani Cruz dio vida a una engreída locutora de radio, Noemí Cisneros logró interpretar impecablemente a una abogada  que manipula la ley a su antojo, Rebeca Roa representó excelentemente a una chica de cara bonita pero cabeza hueca, Beatriz Bermúdez en exquisito papel de una  ladrona  y Nandi Carmona, a pesar de estar un poco más abajo que las demás, no podía estar más que perfecta para encarnar a una mujer hipocondríaca.
    Dramaturgicamente nos encontramos con un pequeño desperfecto sin resolver: ¿de qué es el programa de radio del personaje de Leilani Cruz? ¿En verdad transmiten su programa? Es un pequeño detalle que queda sin importancia al contar  con una historia que abre y cierra bien a pesar de que  el ritmo en la última escena va poniéndose cada vez más lento. Los diálogos en cada escena fluyen bien y tienen la característica de llegar a tocar la sensibilidad del espectador que comparta las mismas opiniones que el personaje, sea hombre o mujer. A pesar de contar con chistes referentes a lecturas determinadas lo cierto es que aquel que no conozca el texto del que se habla también se siente incluido en dicho chiste.
    Un aplauso magnífico y bien merecido por aquel gag  de la línea “te entiendo” repetida por Rebeca Roa durante su primera escena con Beatriz Bermúdez que a pesar de haberse dicho múltiples veces nunca perdió su chiste ni cansó al público, algo muy complicado de lograr y totalmente alcanzado en esta puesta en escena.
    Así pues tenemos  un  montaje que a partir del título nos puede lanzar muchas expectativas que sólo se ven acrecentadas al ver la ‘sinopsis’ del programa de mano (que no dice nada al respecto) y que realmente nos permite conectar con lo que está pasando en escena a los personajes.
    Y es que es inevitable sentirse identificado con uno o con varios de los personajes en ciertas situaciones pues todos hemos pasado por distintas fases del amor y hemos pensado igual que alguno de los personajes o coincidimos en el ahora con otro y eso es lo que termina de hacer valiosa la obra.

Issiz Westenra

domingo, 11 de mayo de 2014

Entre los colores de "Los sueños de José"

Ayer tuve la oportunidad de llevar a mi madre a presenciar el montaje de estudiantes de la escuela de música G Martell, Los sueños de José, adaptación del musical José el soñador de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice.
     La obra se estrenó el pasado 3 de mayo y tal vez eso expliqué el porqué todavía los actores se muestran un poco tiesos al momento del baile aunque eso no impide que el espectáculo sea disfrutable.
    Las voces son impecables y el elenco presenta una dicción perfecta a pesar de haberse enfrentado a problemas técnicos con los micrófonos que impidió que se escuchara todo un diálogo al buen "Putifar".
    La actuación se presenta casi uniforme entre todo el elenco. Sólo uno que otro actor estaba sobre actuado y exagerado pero nada de que preocuparse puesto que el resto del elenco al seguir dentro de una misma línea no dejaba que la exageración destacara por encima de los demás. Esto y el hecho de que hasta la exageración no caía en lo pesado sino en lo agradable.
     La elaboración del vestuario es impecable. El abrigo multicolor es excelente, llamativo y elegante. El traje del "Faraón" es muy ad hoc a la personalidad de dicho personaje. Los vestuarios de los hermanos y "Jacob" son totalmente de la época en la que se desarrolla la historia. Sólo se tiene un punto bajo con el vestuario de la narradora puesto que vestido con saco no se llevan bien. 
     La iluminación y el uso de multimedia favorecieron enormemente al montaje, es decir, ni estorbó ni estuvo de más sino que hizo buena mancuerna con toda la puesta en escena lo que denota un buen trabajo de dirección.
     En general, un excelente montaje de una gran calidad que es totalmente disfrutable.
     Muchas felicidades a toda la compañía y agradecimiento por el disco del montaje entregado a cada uno de los asistentes de forma gratuita.
Issiz Westenra

sábado, 12 de abril de 2014

Soy 'Divergente'

Tengo una adicción por las sagas y Divergente no es la excepción. Me devoré la trilogía en tan sólo tres semanas así que cuando fui a ver la película yo ya me sabía la trilogía de pies a cabeza.
   Mis expectativas sobre el filme eran altas tomando en cuenta que como cualquier lector esperaba que se respetara muchos aspectos relatados en el libro; sin embargo, como siempre, me topé con cambios realizados para la traducción a pantalla. A pesar de esto no me llevé una decepción.
     Los perfiles de personaje de "Jeanine" y "Tori" difieren un poco de los proporcionados por Veronica Roth en el libro, sin embargo, los pequeños cambios realizados en el guión sostienen esta diferencia.
     Pequeñas omisiones de escenas descritas en el libro no afectaron en la trayectoria de la historia por lo que no fueron totalmente necesarias para aquellos que no están familiarizados con los libros.
Estoy en total desacuerdo con el cambio realizado en la prueba final de simulaciones de "Tris" y la forma en que ella y "Cuatro" consiguen apagar la simulación en la que los osados se encuentran para terminar con Abnegación pues siempre preferiré la narración de Roth en la novela.
    Tomando en cuenta que entre Shailene Woodley y Theo James hay una buena química lo cierto es que no se logra transmitir la historia de amor entre sus personajes haciendo de su relación algo inverosímil y extraño. Repito, no tiene nada que ver una falta de química entre los protagonistas puesto que la hay sino que tal vez hay una pequeña falla desde el guión en este asunto.
    La fotografía es excelente pues logra retratar este mundo utópico-futurista que Roth describe en los libros que nos hace creer que este Chicago es real. 
     El vestuario es también totalmente correspondido a la descripción proporcionada por la autora.
       Las actuaciones son totalmente verosímiles y buenas, incluso la selección del elenco fue prácticamente perfecta pues no me imagino a otros actores interpretando a estos personajes (sobretodo Woodley que quedó perfecta para "Tris Prior").
     Sin embargo, algo que totalmente me encantó fue la musicalización. La selección de canciones fue totalmente acertada y la composición instrumental a cargo de Junkie XL es formidable y totalmente recordable.
         Una adaptación cinematográfica totalmente buena y recomendable en la que tengo que recordar que la propia autora fue productora así que tal vez no debería quejarme por los cambios realizados pues es evidente que Veronica Roth no tuvo problema alguno con ellos. 
Issiz Westenra