El 20 de febrero de 2020 llegó a México la "exposición multimedia más visitada en el mundo": Van Gogh Alive, the experience. Originalmente sólo iba a estar hasta el 31 de mayo de ese año, sin embargo, debido a la pandemia por Coronavirus, su permanencia fue suspendida para después extenderse hasta el 31 de agosto de 2021.
Desde su estreno causó sensación y recibió buenas críticas. Pero, ¿qué tanto le afectaron las medidas sanitarias?
La exposición sigue siendo exhibida en la explanada del Monumento a la Madre (Manuel Villalongín S/N, Centro, Ciudad de México) con 1,500 metros cuadrados de estructura. Está dividida en cinco salas: la recepción, donde puedes tomarte una foto en una banca con una de las piezas de inspiración japonesa del pintor como fondo; la sala de introducción, donde encontrarás la recreación del cuarto del neerlandés junto con su biografía explicada a través de las pinturas más representativas; la sala principal, que es la sala multimedia donde se proyectan la mayor parte de las pinturas acompañadas de música; una sala pequeña rodeada de girasoles; la "cafetería", donde podrás adquirir alimentos; otra sala pequeña con luces simulando la paleta de colores de La noche estrellada y, finalmente, la tienda, donde podrás adquirir productos relacionados con el pintor y su obra.
El concepto principal es que sea "inmersiva", asunto que era más posible cuando se inició el año pasado. La recreación de la habitación de Van Gogh, por ejemplo, sigue estando disponible, sin embargo, ahora ya no es posible entrar para tomarte la foto "dentro" del cuadro. En la sala multimedia, que es descrita como multisensorial, ya no es posible caminar alrededor (como estaba planteado originalmente) sino que ahora está diseñada para sentarse, contratiempo que le resta un poco a la experiencia. A pesar de esto, todavía es posible sentarse en la banca de la primera sala y en los girasoles colocados a un lado de la taquilla.
Con todo y los contratiempos presentados, la experiencia permite conocer lo más a fondo posible a Vincent van Gogh. Exhibe de manera resumida, mas no superficial, los datos más relevantes de la vida del neerlandés y da una pequeña muestra de su salud mental a partir de sus pinturas.
La única "queja" que podría haber es el precio ($365 por boleto: $335 más $30 por cargo por servicio); si bien la exhibición está realizada de forma excelente y se disfruta mucho, lo cierto es que el costo que se paga está un poco más arriba de lo que se ofrece. Además, los artículos que están a la venta también tienen precios elevados.
En resumen, es una exposición a la que recomendaría ir si se tiene la posibilidad. Todavía estás a tiempo... ¡corre!
Asistí y me encantó.
ResponderBorrarCoincido en que el precio es elevado, pero la experiencia es novedosa y agradable.
¡Gracias!
Sí. Hay un dilema con el precio. Por un lado se entiende que la idea es novedosa y eso conlleva el pagar mantenimiento, traslado y sueldos, pero, también está el hecho de que mucha gente que quisiera experimentar la exposición no podría permitírsela.
BorrarHabría que buscar un punto medio.